Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los buenos y a los malos Proverbios 15:3
Estaba mirando un reportaje médico con respecto a los fumadores pasivos. En efecto, el citado documental, trataba de hacer notar a los auditores, el tremendo daño que recibían las personas que tienen el hábito del tabaquismo, pero, no tan solo ellos, sino los que están a su alrededor. ¿Cómo lo graficaban? Pues sencillamente pintando el aire.Por medio de un finísimo polvo químico que se mantenía en suspensión al igual que el humo, detectaban claramente el espacio que recorría y los lugares que invadía. Entonces, éste pasaba a los bronquios y pulmones del adicto al tabaco, y, además, se podía ver claramente, como penetraba a el sistema respiratorio de las personas a su lado, las cuales no estaban fumando y, aún a su corriente sanguínea afectando a todo su cuerpo. Muchas personas, se manifestaban molestas por la presencia de humo que no les simpatizaba, pero, ahí estaba lo quisieran o no. Era parte del ambiente. De pronto pensé en algo que sistemáticamente tratamos de eludir. Es la presencia constante de Dios, la queramos o no. A nosotros nos gustaría que El estuviera cuando nos portamos bien, y que desapareciera cuando actuamos mal. Que a la hora de ir al Templo o a las actividades espirituales, El nos acompañe; pero, cuando le damos rienda suelta a nuestra carne y nuestras inclinaciones animales sobrepasan nuestro equilibrio o juicio, El esté ausente. Si pudieras pintar la presencia de Dios alrededor tuyo, descubrirías con asombro, que EL ESTA EN TODO LUGAR, que ve todos tus actos, que juzga todas tus palabras y que, como dice el último libro de la Biblia El Apocalipsis, llegará el día que se abrirán los libros y será leído todo lo que hoy pensamos que nadie vio ni oyó. Querido lector, no te engañes a ti mismo, sus ojos están atentos a tu vida, por lo que te aconsejo, vive una vida acorde con El, para que no tengas que avergonzarte un día en su Santa presencia.
Osiel Ibáñez- Chile